sábado, 16 de agosto de 2025

Lorca… In memoriam

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el 16 AGO 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/08/16/lorca-in-memoriam-120648225.html

Federico fue prendido en casa de los Rosales y llevado al Gobierno Civil de Granada, para finalmente trasladarlo a las afueras de Víznar, donde fue asesinado

Federico García Lorca, en una imagen de época. / ARCHIVO

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En la madrugada del 18 de agosto se cumplen 89 años de la muerte de Federico García Lorca. No ahondaré en las circunstancias que se dieron aquel fatídico agosto de 1936. Federico fue prendido en casa de los Rosales y llevado al Gobierno Civil de Granada, para finalmente trasladarlo a las afueras de Víznar, donde fue asesinado. La encomiable labor de muchos investigadores, incluyendo la dedicación del hispanista irlandés Ian Gibson, han dejado numerosos datos sobre aquella trágica madrugada.

El hecho muestra la desgracia de una España cruel, ignorante, cainita y golpista. La sublevación militar llevó a una guerra civil fratricida que impuso una dictadura de 40 años. La fuerza de las armas aplastó las ideas no afines y regaron de sangre el suelo patrio y de exiliados, en diáspora, a un mundo de acogida no siempre agradable. El mundo intelectual fue víctima destacada de esta tragedia.

Soy de los que piensan que la libre creatividad, la imaginación, la mente abierta y el desarrollo del conocimiento y la sensibilidad poética que despierta los sentidos humanistas, deberían ser los cauces por donde circula y evoluciona el desarrollo de los pueblos. No son buenas consejeras las mentes cerradas, de pensamiento enquistado y resistente a cualquier argumentación lógica, defensoras de dogmas e ideas impositivas únicas y excluyentes. La sensibilidad, la empatía y la amplia visión positiva del rico entorno, da un sentido cósmico a la vida desde la universalidad del ser humano.

La poesía luz de la senda

El poeta, con esa visión cósmica que le caracteriza, trae luz para iluminar la senda que se ha de transitar. El intelectual, con su contenido ideológico, aporta argumentos sólidos para comprender el sentido de la vida y la humanitaria convivencia. La educación y formación del pueblo lo habilita para comprender, aportar e implicarse en mejorar la concordia y armonía entre la gente con quienes comparte patria y hábitat.

Pero al poder tradicional, absolutista y dictador, disfrazado de un paternalismo mesiánico, no le interesa el desarrollo intelectual de sus pueblos, los prefieren ignorantes y sumisos, obedientes y atrapados. Desde esa perspectiva, al pueblo hay que educarlo en la obediencia, socializarlo desde el sometimiento a las normas establecidas, por muy anacrónicas que sean… los cambios no son buenos para quienes gozan de grandes prebendas en el ejercicio de la gobernanza, otorgadas por derecho histórico a su clase.

Federico fue una víctima de esa locura irracional que deshumaniza al ser humano para llevarlo a la barbarie. Ser republicano y cercano a Fernando de los Ríos, escritor crítico y poeta, homosexual, además de contar con algunos enemigos dentro de la burguesía granadina, incluido su entorno cuasi familiar, pudo ser determinante

No pudieron, como es lógico, matar su legado, como hubieran querido, porque no es tangible, sino intelectual, espiritual. Con su obra nos dejó un fascinante testimonio de la realidad del pueblo andaluz, del que supo libar su alma para mostrarla al universo en sus poemas, en su dramaturgia, en sus cantares.

Su fusión con el pueblo andaluz

Su sensibilidad le llevó a beber la cultura del pueblo, a comprender las esencias del alma andaluza, de la gente llana y sencilla, de su canto y de sus hábitos. Su originalidad y especial delicadeza le fusionó con el espíritu de un pueblo forjado en mil batallas, donde fueron dejando su huella las civilizaciones invasoras, que cayeron, como moscas en panal, diluidas en una cultura cuya singularidad le otorgaba su esencia universal y, con ello, también él consiguió la universalidad.

Supo, como nadie, plasmar en sus creaciones el espíritu del pueblo llano en toda su dimensión, desde la exaltación sublime de su gozo y alegría, hasta lo más profundo de su doloroso dramatismo atrapado en costumbres anacrónicas, tanto sociales como religiosas. La casa de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de Sangre o la misma Mariana Pineda nos enfrenta a una realidad social y cultural que enmarca nuestras esencias de la época a caballo de la historia.

Lorca, según la Dra. Atero Burgos, Catedrática de la universidad de Cádiz, “tuvo un conocimiento muy directo de las manifestaciones populares de su tiempo, canciones, romances y cuentos”. También comenta Atero, que el mismo Lorca, en 1935, en el hotel Majestic de Barcelona, decía: “Dolores «La Colorina», Anilla «La Juanera», me enseñaron oralmente los romances, leyendas y canciones que despertaron mi alma de poeta”, con lo que dejaba clara su conexión al folclore popular andaluz.

Su poética es única por su estilo y forma. Es cercana al pueblo, pues hace aflorar sus sentimientos atrapados en sus propias tradiciones, que brotan, avivados por el verso, liberando el mundo de emociones que anida en el propio subconsciente colectivo. Su contenido metafórico se adorna del giro y el requiebro amoroso, magistralmente plasmado en su lírica, como en La casada infiel: “Yo me la llevé al río / pensado que era mozuela / pero tenía marido”. Nos recuerda al juglar del medievo y a su capacidad de embelesar y emocionar con su relato poético, con su rima cargada de musicalidad y harmonía donde abunda el romance y la seguidilla.

La simbología de la luna en su obra

Como todo soñador era un enamorado de la luna. La luna es una constante en la obra de Federico. Su simbología tiene diferentes matices. En el romanticismo se vincula con espacio nocturno, con la tristeza, melancolía, idealidad e infinitud del alma romántica. Pero, con Federico, va más allá. La luna es sensibilidad que puede simbolizar el pandero que resuena tocado por Preciosa: “Su luna de pergamino, Preciosa tocando viene”; o la luz que ilumina la noche enamorada, la luna de los gitanos, testigo mudo de tragedias y de amores furtivos, “La luna vino a la fragua con su polisón de nardos”; una luna redonda que se baña, donde Amnón ve los pechos durísimos de su hermana; o un exhorto: “Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena”. Verde que te quiero verde: “Un carámbano de luna la sostiene sobre el agua”. Describiendo un atributo: “Antonio Torres Heredia, Camborio de dura crin, moreno de verde luna, voz de clavel varonil”. “La luna tiene dientes de marfil ¡Qué vieja y triste asoma!” reseña en su poema La luna y la muerte.

La luna polisémica, efectivamente, es una constante en la obra de Federico. Es, tal vez, la esencia de su sensibilidad lírica que conjuga las emociones más variadas en su plural simbología. La luna es el éter que todo lo envuelve, puede que por eso siempre aparezca escrita en minúscula, porque no alude al nombre propio Luna, sino a una luna adjetivada que describe un momento, un valor o un ente abstracto siempre presente en el todo, en el cosmos del poeta. Federico es la luna que ilumina con su hechizo la poesía, que tamiza la visión del universo desde su atalaya lírica.

Lorca es, para mí, el poeta más sensible que ha dado el Sur, un claro exponente de la generación del 27. Supo captar la esencia de un pueblo, el pueblo andaluz, y conjugarla en sus versos hasta desnudar su alma. Federico era un artista, un creador cargado de delicadeza, de sentimiento, intuición, afectividad, en suma, de sensibilidad. Aunque es innecesario ejercer de exégeta de su obra, tan diversa y rica y, a la vez, tan conocida, solo cabe recordarle como gran polígrafo dado el amplio campo que abarca en su expresión literaria y artística: Poesía, teatro, música, artículos, dibujo, etc…

La triada poética de mi generación

Yo descubrí su esencia en mi juventud, allá por los años 60-70, en una Barcelona plena de migrantes. Era, junto a Antonio Machado y Miguel Hernández, la triada poética venerada por mi generación, sin olvidar otros muchos también dignos de semejante consideración. Machado y Hernández, políticamente más incisivos, dieron, con sus versos alimento al espíritu luchador de muchos jóvenes a través de Serrat y otros cantantes. Lorca más sensible y cercano al sentir popular del pueblo llano, a sus emociones y profundos sentimientos, era el poeta de las emociones populares. Su poética está impregnada de musicalidad, de una harmonía que embelesa, cargada de una frescura y fuerza expresiva superior.

Decía Rabindranath Tagore: “La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”, y Lorca es el tambor donde resuena la melodía del universal sentir andaluz, inmerso en el infinito cosmos que lo envuelve.

 



 

lunes, 11 de agosto de 2025

Hiroshima y Nagasaki. La historia no nos enseña.

Hiroshima tras la explosión nuclaer


Tiempo de reflexión

He de reconocer que estoy preocupado por cómo evoluciona el mundo de la geopolítica y el orden mundial. Tal vez sea un buen momento, cuando se cumple el 80 aniversario de las catástrofes de Hiroshima y Nagasaki, para reflexionar sobre los errores del ayer, evitar cometerlos hoy y, sobre todo, mañana. No sé si queda bien el término catástrofe, o habría que decir masacre, o tal vez crimen de guerra, aunque la guerra siempre es un crimen en sí misma.

Las bombas atómicas de Hiroshima, el día 6 de agosto, y tres días después Nagasaki, son un claro exponente de la vileza y maldad del ser humano, cuando aflora el espíritu desalmado y asesino que llevamos dentro. Sembrando el odio y el supremacismo vemos a los demás como enemigos a exterminar, o someter, y no como hermanos complementarios a nuestra propia evolución junto a la especie.

Allá donde debería reinar la bonhomía, hoy aflora la malicia y convierte la convivencia en un conflicto entre grupos diferentes. Entonces se pierde el respeto a la otredad, a la condición del otro. Tal vez porque, en nuestra educación, se ha priorizado la individualidad egoísta sobre el humanismo solidario y se ha otorgado a nuestro pensamiento, o credo, una supremacía que nos eleva por encima de los otros. Si aparece el odio y rechazo los identificamos como enemigos a batir.

El eterno retorno

Los ciclos de la historia nos indican cómo cada generación repite los errores del pasado en un eterno retorno, aplicando la idea de Nietzsche, con los matices que se quieran plantear. No aprendemos de la historia, porque cada generación, para hacerse adulta sigue el mismo patrón, ha de matar (suprimir) al padre, cuan Edipo Rey, para ocupar su lugar, haciendo el mismo recorrido para reafirmarse a través del aprendizaje.

Ese es el peligro que se cierne sobre el mundo en este momento. Por un lado la desafección política con actitudes contestatarias ante los hechos y por otro la necesidad de estructurar un pensamiento racional propio, maduro y sólido, que difícilmente se consigue con los medios actuales, dada la influencia de las redes sociales y sus mensajes alienantes, con su posverdad manipuladora a caballo de emociones inducidas, falsarias generadoras de ilusiones.

Cada generación se olvida de la función pedagógica del pasado, al no haberlo vivido en sus carnes. Por tanto, aparece la tendencia a dejarse embaucar por discursos grandilocuentes de patrias a salvar sin tener conciencia, en profundidad, del camino autodestructivo que se abre con el dogmatismo, el odio y el conflicto o desencuentro social. Son mentes virginales que buscan su poderoso grupo de referencia.

Mirando al pasado

Por tanto, es bueno dar una mirada a ese pasado en esta fecha tan señalada. Europa y el mundo, durante el siglo XX, sufrió, posiblemente, el mayor drama de su historia. Prepotente y soberbia se entregó a la autodestrucción en dos crueles guerras que afectaron al orbe. Fue tal la debacle, que quedó troquelada su huella indeleble en la mente de aquella generación y en la de sus hijos, que vivimos las consecuencias. El mundo se hizo pacifista, incluso hippie en los años 60, con su lema de “haz el amor y no la guerra”. Tras ello parecía que había escarmentado, que se había vacunado contra las ideologías que condujeron al desastre. 

Alemania, con un histriónico, racista y xenófobo Hitler, acompañado de un no menos histriónico Mussolini, que compartía sus delirios de grandeza y su carácter megalómano y sociópata, hicieron una defensa férrea del nazismo y el fascismo, respectivamente. Sembraron el odio y el rechazo al diferente con su actitud dictatorial y supremacista. Hoy, su estrategia, que llevó al mundo a la mayor confrontación de la historia, de nuevo asoma la patita.

A Hitler y Mussolini les faltaba otro sujeto de ideología fascista para cerrar el círculo, este fue el general Hideki Tōjō de Japón, el artífice intelectual de la invasión japonesa de Manchuria, que desembocó en la guerra contra China y, posteriormente, en la guerra mundial, donde fue Primer Ministro, convirtiendo a Japón en un Estado policial. Tras la derrota japonesa, Hideki fue condenado a muerte y ejecutado por ahorcamiento en 1948. Antes, Hitler y Mussolini, ya había corrido suerte parecida. Uno mediante el suicidio y el otro fusilado por los partisanos italianos.

Aquella ideas supremacistas habían llevado al desastre total. Europa, y medio mundo, fueron arrasados por la guerra, surgiendo un nuevo orden orquestado por las potencias vencedoras, donde se quiso domeñar la violencia en aras de la paz, pero se mantuvo la guerra fría con un desolador rearme nuclear. Tras 80 años vuelve la amenaza y afloran ideologías que fueron proscritas por su malignidad, por su irracionalidad humanista, por su agresividad contra y desde la propia especie humana.

Estamos en situación crítica

Estamos en un momento crítico, donde se van perdiendo los valores humanista del pasado, dando paso a intereses espurios de los oligarcas del poder político y económico. La insensibilidad ante la desgracia ajena, la guerra y la muerte, la destrucción y la catástrofe humanitaria, sigue desalmando al ser humano llevándole al envilecimiento cultural, es decir la creación de actitudes y conductas nuevas ausentes de compasión y empatía

Parémonos, reflexionemos desde el sosegado razonamiento, desprendido de sesgos cognitivos, que nos llevan a la “desviación sistemática del pensamiento, que implica distorsiones en la interpretación de la información y a conclusiones incorrectas“.

En esa reflexión cabe preguntarse: ¿de qué mundo venimos, en qué mundo estamos, qué mundo queremos, a qué mundo vamos?

Venimos de un pasado de lucha por la igualdad, por la justicia social y por la democracia. Estamos en un mundo en transición empujado por el proceso evolutivo de las tecnologías y el dominio de las mismas, en un mundo de conflicto y de crisis en su más amplio sentido, donde la redefinición de valores y objetivos determinarán el futuro. Tal vez no esté suficientemente consensuado qué mundo queremos, aunque todos pensamos en un mundo mejor, más humano, de bienestar global a través del uso adecuado de esa tecnología para la sociedad; ahí está la clave, en definir el camino del futuro para alcanzar los objetivos de mejora del colectivo social y no de unos pocos. Pero… vamos a un mundo distópico y confuso, a un nuevo orden mundial donde las cosas serán diferentes, sometidos al poder de unos oligarcas dueños de recursos y tecnologías, a una plutocracia donde se dé el gobierno de los ricos, de las multinacionales y las grandes corporaciones a caballo de la nanotecnología, la ofimática, la Big Data y el uso de la IT para la toma de decisiones orientadas a los objetivos de las clases dominantes y sus acólitos.

Ya casi somos insensibles

¿Se nos está probando para ver hasta dónde llegamos en la tolerancia con el desastre?, ¿pretender tantear o descubrir la solidez de nuestros principios y valores humanos? o, ¿acaso, mediante un lento proceso de acoplamiento se nos conduce al lugar pre asignado en el redil?

Ya casi somos insensibles, están ganando ellos. Ucrania se desangra y muere, Gaza agoniza atormentada por el hambre y la maldad del gobierno judío y quienes lo sustentan, en un genocidio criminal. Muchos otros países subsisten acogotados por la amenaza del poder de las armas. El mundo cambió las formas y ahora no se negocia para obtener la paz, se amenaza con la guerra si no te sometes. La mafia y el chantaje triunfan, la amenaza de aranceles, la coacción y la extorsión se imponen en el mundo que nos trajo Trump, sujeto de conciencia débil forjado en el deshumanizado mundo del negocio, donde cabe la conjunción del pragmatismo americano del siglo XIX con “el fin justifica los medios” de la filosofía de Maquiavelo.

De fondo, el negocio de la guerra y la destrucción. Para destruir hay que invertir en armas… una vez destruido se ha de reconstruir invirtiendo en ello. He ahí el negocio: destruimos y dominamos por las armas, para luego dar paso a las empresas que construyan un mundo nuevo con el que nos enriqueceremos y dominaremos. De camino, desde el despacho y con puro cinismo, pensaremos: “las vidas que costó el proceso no importan, sobraban, se iban a morir igualmente más pronto o más tarde… “.

Y nosotros, seguimos adelante, ¿pero, hacía dónde nos llevan? Puede que a un insólito Cuarto Reich… algunos ya no estaremos… o sí.

domingo, 3 de agosto de 2025

Escurrir el bulto

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el 03 AGO 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/08/03/escurrir-bulto-120290004.html

Somos muy dados al escaqueo, expertos en picaresca con un largo aprendizaje tomado de nuestra novela homónima

El 'president' Carlos Mazón, tras una rueda de prensa en el Palau la semana pasada. / Rober Solsona (EP)

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«Escurrir el bulto» es un término o expresión coloquial que significa evitar o eludir una responsabilidad, un riesgo, un trabajo o un compromiso. Una práctica muy habitual en sujetos no dados a implicarse en asuntos de su propia competencia, evitando asumir la responsabilidad que se deriva de sus hechos e, incluso, esquivar algo que no queremos hacer siendo de nuestra incumbencia.

Por desgracia parece que ese es uno de los deportes nacionales, no solo a nivel político, sino ciudadano. Cosa lógica, porque no olvidemos que los políticos electos lo son de entre los ciudadanos con sus virtudes y defectos. Ello quiere decir que, en gran medida, somos responsables de sus actos, no vayamos a escurrir el bulto de la responsabilidad del elector.

La picaresca española como escuela

Ciertamente, somos muy dados al escaqueo, expertos en picaresca con un largo aprendizaje tomado de nuestra novela homónima, tan presente en el Siglo de Oro de la literatura española. Persisten, en la memoria de mi generación, las lecturas infantiles bajo la atenta mirada del maestro pertrechado de su regla. Lecturas que nos llevaron al aprendizaje y la tolerancia para con el pícaro y astuto que engaña buscando el beneficio personal, puede que de ahí venga la condescendencia con el defraudador.

El Lazarillo de Tormes, de un anónimo autor, aunque Agulló se le atribuye a Diego Hurtado de Mendoza, nos abre los ojos a un mundo de engaño y astucia de especial sutileza, en el caso, por ejemplo, de las uvas compartidas entre el amo ciego y Lazarillo, siendo un ejemplo perfecto para darnos cuenta de la situación de este país en el aspecto ético. El ciego deduce que habiendo quedado en comer de una en una, si él mismo ha tomado de dos en dos, el chico debe haber comido más, al no quejarse.

Rinconete y Cortadillo, donde, a través de la figura del pícaro, Cervantes evidencia las contradicciones sociales de su tiempo y plasma la corrupción y desigualdad existentes, circunstancias que nos siguen sonando aunque hayan pasado más de 400 años desde entonces. Pero también podríamos hablar de Guzmán de Alfarache, donde Mateo Alemán, su autor, acentuó los caracteres de desfachatez del protagonista, conjugando literatura y moralidad. El Buscón de Quevedo, una satírica obra que plasma especialmente la obsesión por las apariencias y el deseo de escalar posiciones sociales. El diablo cojuelo, de Luis Vélez de Guevara, que lo usa como argucia para mostrar todas las miserias, y engaños de los habitantes del Madrid del XVII. Incluso tenemos picaresca femenina como Teresa de Manzanares, de Alonso de Castillo, que manipula su identidad para progresar social y económicamente.

En todo caso, en nuestro Siglo de Oro, prevalece una conducta pícara como forma de afrontar necesidades básicas de subsistencia y escalada social en una España imperial, donde la economía de sus súbditos está bajo mínimos, o sea en pura miseria en determinados segmentos sociales dominados por la pobreza. La astucia y destreza en el engaño del ladino y pícaro necesitado, toma valor y es admirada como ejemplo de lucha por la supervivencia en ese mundo hostil. Esa actitud se integra en la cultura del pueblo, incluso en las altas esferas, donde la corrupción, como forma de ejercer una picaresca de alto nivel, es manifiesta. Ya se sabe y se conoce el dicho popular: «No me des dinero, ponme donde hay».

La política y el pícaro

Pero vayamos a una aplicación más práctica. En este contexto, mientras en otros países de nuestro entorno los propios ciudadanos perseguían y denunciaban al defraudador, en el nuestro se le admiraba y reía la gracia. Recuerdo que en los años 80, cuando Hacienda no tenía todo el potencial informático del que dispone ahora, un compañero, antes de hacer la declaración, chulescamente se planteaba lo que quería pagar de IRPF; luego procedía de forma inversa hasta ir cumplimentando las casillas con datos falsos hasta cuadrar los números en un alarde matemático. Presumía de ello y los demás admiraban su habilidad para engañar al fisco, sin pensar que nos estaba engañando al resto de contribuyentes. Me pregunto, con cierta ironía, si el conservador también quiere conservar esta práctica, que parece que sí.

La actitud de escurrir el bulto no se da solo en este sentido insolidario, sino en el propio ejercicio de la profesión en general, pero, sobre todo, en el mundo político. La clave está en poner la pelota en el tejado ajeno, en ver la paja en el ojo del otro y obviar la viga en el propio, en maximizar el valor de los errores del contrincante y en minimizar el de los propios. Solo hay que ver y escuchar las declaraciones del mundo de la política y se ve el patetismo de algunos, que intentan salir airosos de un trance remarcando los errores ajenos y tapando los propios. La corrupción importante no es la mía sino la del otro, parece que digan.

Intoxicar para desviar la atención

Una excelente forma para escurrir el bulto es recurrir a la intoxicación mediante bulos y mentiras, con falsedades y sospechas, para que el pueblo se mantenga ocupado y evitar que se centre en «lo mío». Puede tener más importancia una denuncia infundada que un delito confesado, sobre todo si el afectado o afectada se hace el o la mártir y se provoca una reacción emocional en sus manipulados votantes, que aceptan ese victimismo por la agresión, o persecución, cometida sobre el sospechoso líder, o lideresa, lo que desencadena una solidaridad con este y un desprecio hacia la malignidad del contrincante, apareciendo en esa circunstancia el sesgo confirmatorio propio de los hooligans. Aquí, el relato juega un importante papel a la hora de convencer, y para eso están los medios afines. Porque no es lo mismo escurrir el bulto como culpable que por no hacerlo, siendo el responsable que debe llevar a término la actividad comprometida.

Tal vez, en la actualidad, el caso más significativo sea el de Mazón y el asunto de la DANA, tan trillado pero sin el fruto que se espera del proceso en curso. Cuando es más que evidente dónde está la responsabilidad de los hechos, y así lo está mostrando la jueza de Catarroja, aflora, por parte de los responsables, la estrategia del pulpo, soltando tinta que opaque la visión de una palpable realidad.

Escurrir el bulto está ligado a la falta de ética, a la inmoralidad que conlleva no aceptar la responsabilidad que se tiene asignada y por lo que se cobra un importante sueldo, o bien a los intentos de manipulación para revertir las cosas e imponer la posverdad a la verdad obvia. A esta tendencia se suman venales del mundo de la información, o pseudoinformación, cada vez más numerosos, que rechazan las evidencias para tergiversar los hechos en beneficio del colectivo ideológico al que pertenecen o con el que se identifican.

Del pícaro a la delincuencia

La picaresca, elevada a la enésima potencia, hasta alcanzar niveles de delincuencia, se da hoy en lo más alto de la política internacional. El acceso de truhanes al poder, con conductas agresivas y rompedoras con el propio derecho internacional, hace temblar los cimientos de la civilización amenazada por motosierras que pretenden subvertir el sistema democrático. La picaresca sacude las bolsas, los indicios de información privilegiada, el juego de los aranceles, la guerra comercial y otras muchas variables provocadas por sospechosas decisiones económicas, nos conducen a otro orden mundial basado en el desorden. La deconstrucción del sistema, desde esta actitud provocadora y cuasi mafiosa, nos aboca, de no poner pies en pared, a un caos peligroso que puede generar en destrucción y muerte para hacer resurgir el nuevo orden de las cenizas del pasado, cual ave fénix. Existen oligarcas sociópatas y «anarcoliberales» a los que les importa un bledo el humanismo, pues su objetivo es el control del desarrollo tecnológico y económico en beneficio de sus propios intereses.

Por tanto, dejemos de admirar al pícaro y de elevarlo al poder. Seamos capaces de ver por dónde van sus intereses y cómo pretende usar nuestro voto desde la manipulación emocional. Me permito traer a colación uno de mis aforismos: «¡Que viene el lobo, que viene el lobo!, gritaba el tigre mientras devoraba a las ovejas». Si elegimos al tigre para defendernos del lobo, nos comerá el tigre.



 

martes, 29 de julio de 2025

El ponzoñoso insulto


Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 29 JUL 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/07/29/ponzonoso-insulto-120144169.html

Estamos perdiendo el norte. Las palabras crean opinión y actitud con su significado y, con ello, tendencias y modulación de nuestra conducta social

El secretario general del PP, Miguel Tellado, durante un pleno extraordinario, en el Congreso de los Diputados / Jesús Hellín (EP)

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Cada día, determinados representantes de la ciudadanía, son más descarados en los calificativos insultantes sobre sus rivales políticos. A Pedro Sánchez se la adjudicó el calificativo de Perro Sanxe, que revirtieron con cierto humor desde la Moncloa. También se le etiquetó, por parte de sus detractores, como un caso de síndrome de Hubris. Lo de Ayuso fue transgresor con aquello de «me gusta la fruta» para justificar su indecente calificativo de H. de P. referido a Sánchez en pleno Congreso de los diputados, expresión que denigra más al que la emite que al destinatario de la misma y que han hecho suya muchos de sus seguidores. A la señora Ayuso, que crea serias dudas sobre su solvencia intelectual, también la etiquetan como síndrome de Hubris, dado que se puede esperar de ella cualquier desmesura… Por cierto, para que no se enfade nadie, he de decir que a muchos políticos se les puede aplicar tal síndrome, puesto que alude a un estado especial de arrogancia, prepotencia y desmesura en determinados sujetos cuando ejercen el poder. En todo caso, es evidente la existencia de muchos y amplios trastornos de conducta en el mundo de la política, con su histrionismo hiperbólico.

Ahora, vuelve el ínclito Tellado, otro buen candidato al referido síndrome, que en gallego quiere decir techo. Habla de Pedro Sánchez como «perro herido» y los peligros que conlleva, rompiendo el techo de la cortesía… Viniendo de Tellado no cabe la sorpresa, pues ha resultado un ser taimado, que va rompiendo todas las barreras con su afinada y sibilina astucia, que pudiera volverse en su contra, como a todo aquel intemperante que no guarda la compostura.

Óscar Puente, que es otro correoso contrincante en el ring de la confrontación política, ante la acometida del secretario general del PP contra Sánchez, ha catalogado a Tellado como «jabalí hambriento». Es un calificativo a considerar por la sutileza que podría conllevar esa expresión, dado que el jabalí es de la familia de los suidos (Suidae) que son mamíferos artiodáctilos en la que se incluyen los cerdos domésticos, los jabalíes y otros parientes. Lo de hambriento debe referirse al hambre de poder, pero el porqué usó este término lo sabrá don Oscar.

¿Ha querido el Sr. Puente llamarle, sutilmente, cerdo a Tellado? En todo caso, ya tenemos dos interesantes animales representados en la política, aunque sospecho que han sido otras muchas especies las nominadas, o identificadas, dentro de ese mundo, como zorro/a, oso, halcón, gallina, gallito, cotorra, mulo, burro o elefante que entra en una cacharrería, además de perro y jabalí… por decir algunos. Esperaremos a ver hasta dónde, desde la genialidad en el dominio de la semántica, integraremos el mundo animal en este contexto político tan dado a la zoología.

El divertimento sigue, desde esa especie de descortesía irrespetuosa en que se ha convertido la política, tirando piedras sobre su propio tejado, hasta logra altas cotas de grosería, ordinariez e insulto que se vuelve contra los sagaces e histriónicos sujetos que acuñan esas expresiones descalificadoras e injuriosas. Nuestros representantes, que son, o deberían ser, un ejemplo para nosotros, siguen mostrando que van por libre y que les importa un bledo las formas, dado que su objetivo va más allá de ellas. Su interés es alcanzar el poder y, tal vez, hacer de su capa, que es la nuestra, un sayo para su exclusivo uso.

Entiendo que existe una inmensa mayoría de españoles que no nos identificamos con esta forma de hacer política, si bien se va poniendo de moda, dadas las expresiones que se pueden leer en las redes sociales, donde cada día es mayor el hooliganismo y el sesgo confirmatorio que convierte al sosegado pensador en sujeto irracional en defensa de los suyos, digan lo que digan y hagan lo que hagan.

Estamos perdiendo el norte. No lo digo solo por las formas, sino porque las palabras crean opinión y actitud con su significado y, con ello, tendencias y modulación de nuestra conducta social. ¿Qué están aprendiendo nuestros hijos y vecinos? El insulto destruye al ser humano como tal y lo eleva a sujeto insidioso, desafecto al amor y la empatía que debería procurar la convivencia en paz y armonía.

Nos preocupamos del mundo que dejaremos a nuestros hijos, pero ¿nos interesamos por los hijos que dejaremos a nuestro mundo? Aunque ya será el de ellos y lo gozarán o sufrirán; si bien nuestra obligación es transmitir las experiencias del pasado para que les sirvan de lección y puedan conformar su mejor criterio. El peligro tal vez esté en la pérdida de influencia de los librepensadores y la aparición de una generación de subordinados sumisos a la tecnología y el dominio de la IA (Inteligencia Artificial).

 


viernes, 25 de julio de 2025

El triste recuerdo de la masacre de Srebrenica

Opinión | tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 23 JUL 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/07/23/triste-recuerdo-masacre-srebenica-119960843.html

Se cumplen 30 años de la atroz matanza de más de 8.000 hombres y niños bosnios musulmanes a mano del ejército serbio

Se cumplen 30 años de la atroz matanza de más de 8.000 hombres y niños bosnios musulmanes a mano del ejército serbio. / Amnistía Internacional

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Este 11 de julio se han cumplido 30 años de la masacre de Srebrenica. Una atroz matanza de más de 8.000 hombres y niños bosnios musulmanes a mano del ejército serbio de Bosnia, cuya intención era hacer una limpieza étnica, lo que se consideró un genocidio por el Tribunal Penal Internacional de la Haya para la ex Yugoslavia. Para mí hubo dos personajes claves como responsables de la inducción y planificación de aquella matanza, el presidente de la Republika Sprska, Radovan Karadžić (que era psiquiatra, lo reseño por la incongruencia de su locura), que señaló las directrices al ejército, y el responsable de ejecutarlas, el general serbobosnio Ratko Mladić. Ambos fueron condenados por genocidio y crímenes de guerra y lesa humanidad por el referido tribunal de la Haya.

Este pasado fin de semana me he interesado algo más por el tema y removí recuerdos, buscando información al respecto, para profundizar en mi reflexión sobre el proceso seguido en la extinta Yugoslavia, que le llevó a su desintegración como Estado plurinacional, a través del odio que se generó desde la supremacista Serbia, instaurándose, también, en las otras nacionalidades que componían la Federación Yugoslava. La hostilidad estaba garantizada.

La desintegración yugoslava

Me vienen a la memoria aquellos tiempos de mediados de los años 90 del pasado siglo. Una sorprendente guerra civil alimentada por el odio y el desencuentro entre conciudadanos. El predominio serbio, bajo mi opinión, manifestó una clara intención de someter a los diferentes grupos étnicos que cohabitaban en el país de los Balcanes. Esos grupos nacionalistas eran, principalmente: serbios, croatas, eslovenos, bosnios (musulmanes), macedonios y montenegrinos. Tal vez el caso más complejo fuera el de Bosnia Herzegovina, donde cohabitaban mayoritariamente musulmanes y serbobosnios (cristianos ortodoxos), además de grupos católicos de origen croata.

La locura se desencadenó bajo el influjo de los sembradores del odio y el desarrollo de políticas de confrontación inter-nacionalistas, en un Estado plurinacional incuestionable, que se había fraguado tras la primera guerra mundial en formato reino. Luego, tras la segunda gran guerra, se convierte en la República Democrática Federal de Yugoslavia regida por el partisano y mariscal Josip Broz Tito, bajo el paraguas ruso, aunque en un momento dado (1961) fue impulsor del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). Este movimiento era una alternativa a la bipolaridad este-oeste, una plataforma que promovía la independencia, la autodeterminación y la cooperación entre países reacios a alinearse con ninguna de las dos superpotencias.

Con la muerte de Tito (1980) quedó clara la dificultad para mantener Yugoslavia unida, sin el férreo control ejercido por el Mariscal y sus acólitos. La economía iba a peor, se avivaron las divisiones étnicas, y viejos problemas mal resueltos tras la Segunda Guerra Mundial afloraron de nuevo dinamitando la unión, hasta acabar en la desintegración de la federación en las sangrientas guerras yugoslavas que tuvieron lugar durante la década de los 90.

El dolor de los viejos recuerdos

Viví aquellos momentos con cierto estupor dada la percepción que solíamos tener sobre la situación de la federación yugoslava. Ver pasar de la cohabitación al odio, de la pacífica vecindad a la beligerancia me resultó tremendo. Personas que habían convivido en paz y buena vecindad se convirtieron en enemigos a muerte. La aparición de la crueldad, el frío sadismo de los francotiradores y las estrategias genocidas, llevaron a los momentos más perversos que pueden darse en una sociedad civilizada, desembocando en un proceso de deterioro y degeneración del ser humano. Los sembradores del odio carcomieron la convivencia, la violencia se impuso y la muerte y destrucción asoló los Balcanes, a pesar de la intervención de la ONU, como en este caso.

No sé si se pueden sacar lecciones de aquellos hechos que, indudablemente, son para tomarlas y deberíamos hacerlo. Estamos en momentos insólitos, donde la convivencia en el mundo se complica a caballo de extraños intereses e ideologías transgresoras, que ponen contra las cuerdas a los movimientos humanistas. El sano ejercicio de la concordia y los valores humanos constructivos va en declive y, hasta los sólidos principios cristianos se soslayan, cuando no desacreditan, en beneficio de la violencia contra el diferente. Lo malo es que se hace desde la manipulación y el engaño. Se diseñan estrategias de manipulación, con bulos e imágenes falsarias que solo pretenden la creación de un estado de opinión de intolerancia y confrontación.

Se identifica al contrincante como un agente enemigo al que se ha de destruir, se deshumaniza y se cosifica, desvistiéndolo de los respetables valores humanos que todo individuo, por pura definición, conlleva. Este era el caso de aquella terrible y lamentable guerra fratricida. Donde no solo se dinamitó el sentimiento de hermandad, sino el de amistad y vecindario.

Lecciones a aprender

Precisamente, ya en nuestro propio país, me sorprende y preocupa la aparición, cada vez más persistente, de procesos de deterioro de la amistad, basados en consignas e ideas políticas defendidas desde el hooliganismo integrista, que cuestiona el pensamiento de los propios amigos, desde la falta de respeto al diferente. Estamos inmersos en una espiral peligrosa, donde la amistad se condiciona, en gran medida, a la confluencia de las ideas, rechazando como tal a quien no se ajuste a nuestro pensamiento.

Siempre mantuve que «un amigo es aquel con el que puedes pensar en voz alta». Es decir, que la amistad seria y verdadera es la que permite la comunicación o intercambio de ideas sin miedo al rechazo o la descalificación. Acepta el reconocimiento de la diversidad, desde la actitud abierta y receptiva que nos otorga el conocimiento y análisis crítico de otras ideas, que pueden alimentar nuestro saber y elevar nuestro nivel intelectual y cultural. Difícilmente puedes ser amigo de quien cuestiona tu pensamiento y lo descalifica mediante su propia ideología, pretendiendo colonizar tu mente con sus ideas, cuando ni siquiera intenta acercarse a tus planteamientos y argumentaciones para comprenderlos y empatizar, lo que puede generar miedo o reparo a manifestarte en su presencia.

Cáncer de la convivencia

Estas actitudes críticas y colonizadoras del pensamiento ajeno, empiezan a ser el verdadero cáncer de nuestra convivencia social. Ya no es solo que se vaya generando el desacuerdo o desencuentro, sino que, al ejercer el integrismo dogmatismo de las ideas y pretender imponerlo a los demás, estamos creando trincheras con todo su sentido belicista desde donde enfrentarnos al contrincante y someterlo. A tu hermano lo quieres, a tu amigo lo estimas y respetas, al conciudadano los respetas y/o toleras, pero al enemigo lo cosificas y lo deshumanizas como base justificadora de tus actos violentos contra él, que procuran su eliminación o destrucción.

Los grupos, para cohesionarse, identifican amenazas que los ponen en peligro de extinción, contra las que hay que luchar por mera subsistencia. Esos enemigos pueden ser otras etnias, inmigrantes, ideologías o religiones diferentes, nacionalismos, clases sociales y un amplio etc. que pueda ser considerado como agresor de la esencia que sustenta al grupo. De este modo, ese grupo pasa a ostentar un orden superior al colectivo humano donde, teóricamente, está inmerso y contenido.

Ahora, reflexionando sobre la dinámica social y política que estamos sufriendo, afloran las preocupaciones por las dinámicas que se desarrollan, por su intencionalidad y por la siembra del odio que pudiera llevar a una situación de conflicto y confrontación similar a la vivida en la extinta Yugoslavia. Los valores democráticos se diluyen, los impositivos se refuerzan, la falta de respeto al contrincante se evidencia y se demoniza a quienes no piensan lo mismo, eludiendo la empatía como forma de comprender a los demás.

El odio es mal consejero

Si nuestros corazones se inundan con el odio hacia los seres humanos que, en su rica diversidad, comparten espacio con nosotros, acabaremos, no solo destruyendo al enemigo identificado, sino a nosotros mismo. Perderemos nuestra esencia humanitaria y los valores y derechos humanos que condicionan y enmarcan el espacio donde nos relacionamos, para sumergirnos a otro mundo conflictivo y oscuro. Las libertades sociales, orquestadas para elevar la propia civilización desde el desarrollo del ser humano en sus vertientes individual y social, son la clave del progreso y desarrollo.

Ahora, más que nunca, es necesaria la sensatez y el buen criterio para que el pensamiento crítico y racional nos permita ver el bosque del futuro y no, exclusivamente, los árboles que lo ocultan, para cultivar la paz y la convivencia justa y armoniosa del mañana.

 

sábado, 12 de julio de 2025

Miércoles de ceniza

 

Opinión | Tribuna

Por: Antonio Porras Cabrera

Publicado en el diario La Opinión de Málaga el día 12 JUL 2025 7:00

https://www.laopiniondemalaga.es/opinion/2025/07/12/miercoles-ceniza-crisis-politica-espana-119612038.html

El caos o galimatías que se va observando en la política, podría llevar a un proceso insostenible de confrontación y desconcierto

Comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. / José Luis Roca

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Intenso fin de semana para los dos grandes partidos, reunión del Comité Federal y congreso, respectivamente, y miércoles de ceniza para PSOE. Las cosas siguen prácticamente igual. El PSOE a la defensiva y el PP como siempre, con la intención de desbancar a Pedro Sánchez, sin dejar claro cuál es su programa real, salvo que su objetivo sea en exclusiva derrocar a Sánchez, lo que no suena muy bien, dado el marco político internacional actual, sustentado en un nuevo paradigma.

Nosotros, los de a pie, continuamos, en gran medida, en la inopia; o sea, sin saber demasiado de todo y casi nada de nada. Ya lo dijo Noam Chomsky: «La población general no sabe lo que está ocurriendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe». En ello estamos, viéndolas venir, pero sujetos a las diatribas interesadas y falaces de quienes pretenden llevarnos al huerto de sus amores, allá donde se cultiva la hortaliza y el fruto que los alimentan. Incluso hay quien proclama a los cuatro vientos que le gusta la fruta como un eufemismo de insulto que lleva al ejercicio de la política canalla.

La quiebra del humanismo

En este contexto es tremendo ver y tomar conciencia de cómo se nos va llevando a la quiebra de nuestros valores básicos, a la redefinición de los principios que nos rigen como un colectivo humano fraterno, que lucha y progresa buscando el desarrollo personal inserto en una sociedad libre, culturalmente solidaria y humanista.

Se nos está vacunando contra la compasión y la justicia, contra el ejercicio de la fraternidad y la bonhomía, contra los valores del humanismo responsable, del amor y la empatía, de la comprensión y el respeto. Cultivan la insensibilidad ante la violencia y la guerra, ante la injusticia y la depredación, ante la muerte y la destrucción. El insoportable genocidio de Gaza, la guerra de Ucrania y los más de 50 conflictos armados activos en el mundo, según el Instituto para la Economía y la Paz, ya no despiertan nuestra sensibilidad y cuando aparecen en la televisión la apagamos para no confrontar las imágenes con nuestro confort. Matamos la conciencia, la aturdimos, para evitar la disonancia cognitiva que representa ver el sufrimiento ajeno mientras nosotros gozamos de la confortabilidad que debemos pregonar para los otros.

Nuestras almas se están encalleciendo. Es condición básica para entrar en el mundo del futuro, donde podríamos dejar de ser seres humanos en toda su extensión social para convertirnos en individuos, en sujetos egoístas. Seres individuales conectados con los demás, a través de las redes sociales manipuladoras. Una sociedad que te ofrece el placer y la satisfacción que requiere tu ego sumiso y dependiente del soma de Un mundo feliz, la novela profética de Aldous Huxley (1932), mientras los poderosos dominan el mundo desde su atalaya.

El cambio de paradigma político y económico

En realidad estamos asistiendo, aunque no nos demos cuenta, a un cambio de paradigma político y económico, donde la democracia dará paso a la plutocracia y el Estado, menguado en su poder, entregará el relevo a las grandes corporaciones. Ello implica que mientras el Estado, y su gobernanza, está condicionado por nuestro voto, las grandes corporaciones no lo estarán y se moverán por intereses económicos y empresariales afines a sus dueños o accionistas. Tal vez tengamos la posibilidad de invertir nuestros dineros en los grandes fondos de inversión que, guiados por la inteligencia artificia, tendrán una autonomía de gestión que nos liberará de pensar y escudriñar los mercados de valores a caballo de ajenos intereses de buitres carroñeros.

Por otro lado, el caos o galimatías que se va observando en la política, podría llevar a un proceso insostenible de confrontación y desconcierto donde los colectivos, que andan sembrándolo, se ofrecieran como mesiánicos salvadores, como ya se observa, con objeto de controlar la sociedad del futuro bajo unos parámetros de corte supremacista en una estructura de poder jerarquizada de estilo feudal.

Fin de semana de carnaval

Cambiando de tercio, durante el fin de semana pasado hemos tenido carnaval, con esperpento y disfraz, escenificados en diferentes lugares. Unos en calle Ferraz y los otros en Ifema. En Ferraz contra las cuerdas y en Ifema con euforia, lo que no les garantiza que puedan tener la gloria. Tampoco será en Ferraz donde se acabe la historia del gobierno, que transita intentando articular una compleja maquinaria de difícil gestión.

El PSOE estuvo en un tris de volver al sainete con el caso de Francisco Salazar, hombre de instinto básico díscolo, con la libido a flor de piel, presuntamente, que eso siempre se ha de manifestar hasta que no haya sentencia en firme por aquello de la presunción de inocencia. Una vez sorteado este obstáculo y el rifirrafe con el crítico Page, cuya lealtad al partido está en cuestión por sus forma de exteriorizar sus diferencias, sus flirteos con el PP y los medios afines, se cerró el encuentro con el reforzamiento, al menos teórico y exteriorizado, del líder incuestionable, a la espera de su comparecencia en la sede de la soberanía popular.

Miércoles de ceniza

Una vez superado el carnaval se pretendía terminar don Carnal con el entierro de la sardina y el miércoles de ceniza, entrando en la penitente cuaresma que depure las culpas habidas. El acto se celebró el día 9 en el Congreso de los diputados, lugar especial para la flagelación y el sufrimiento del Gobierno a manos de la oposición, en este caso, incluso, de sus adláteres. Un examen de conciencia que le enfrenta a la discordancia entre su ideología política y una realidad aplastante donde la avidez conduce a la delincuencia de algunos indeseables. Pecado de in vigilando, que, además del examen de conciencia, el dolor de corazón y el propósito de enmienda, ha de llevar la penitencia que incluye modificar las leyes para evitar que vuelva a suceder y la imposición de ceniza en la frente como un recordatorio de la mortalidad política y la necesidad de arrepentimiento para contar con el perdón de los votantes.

Tras retratarse todos ellos con sus discursos y pataleos, sus desplantes no exentos de insultos y descalificaciones al estilo VOX, llega la hora del balance. El PSOE sobrevive una vez más y, cual Cid de la izquierda, Sánchez resiste en la batalla cuando le daban por muerto. La sardina no se entierra y subsiste arropada por su entorno. Feijóo sigue frustrado y, por lo que se ve, más cabreado que antes, dando coces por doquier hasta llegar a romper los frágiles lazos que andaba creando con PNV y Junts. Solo tiene a VOX a su derecha, lo que le lleva a ubicarse más a la derecha si cabe, con su montaraz forma de posicionarse y expresarse.

En este caso sigue rompiendo moldes y yendo más lejos cada vez, sin percatarse de que los españoles, que no son solo los que le votan a él, ven su jugada y sus formas como un déficit de actitud estadista, que lo cuestiona para acometer la gobernanza del Estado desde el sentir democrático del respeto al adversario. Ladino se nos mostró, o sea astuto, pero le traicionan las formas, sabedor de que su tiempo se agota por las amenazas que se ciernen sobre su propio partido. Malos tiempos para el PP se otean en un horizonte de juicios y sentencias anclados a un pasado marcado de corrupción.

El control del sobrecoste

Mientras, Ayuso, en su omnipotente megalomanía, ha subrayado este miércoles su interés por ver la inspección fiscal de «Begoña Gómez, del hermano del presidente, de los ministros del Gobierno y de todos sus familiares»… Olvida doña Isabel que ello implica un delito al ser de carácter reservado, según la Orden de HAP/1182/2012 de 31 de mayo. Pero no estaría de más conocer la de todos los que manejan dineros públicos, incluida ella.

Eso sí, de cara a un mayor control anticorrupción, se debería introducir una cláusula de obligado cumplimiento, de inspección automática, para toda obra o inversión que conlleve un sobrecoste presupuestario, que es donde aparecen incrementos sospechosos. Por ejemplo, a mí me gustaría saber cómo y por qué se dieron los sobrecostes del famoso hospital Isabel Zendal… ¿Aguantará una inspección en toda regla? Es una pregunta retórica, claro.

Y ahora, relájense amigos y amigas, se nos van de vacaciones. En septiembre volveremos a la guerra o... puede que no haya tregua, ruidos de batalla prosiguen en lontananza.

 

El espíritu de la Cueva Belda

Un relato entre la historia y la ficción

Publicado en la revista Gibralfaro:

https://www.gibralfaro.uma.es/leyendas/pag_2427.htm


Cuevas de San Marcos. Sierra del Camorro
Entrada a la Cueva Belda 

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Hola, querido cuevacho/a, tú no me conoces personalmente, pero has oído hablar de mí. Te han contado tantas y tantas cosas, y tan diversas, que puede que estés confundido/a. Te hablaron de diablos y demonios que vivían en la cueva, de guardianes de tesoros escondidos en sus profundidades, de un personaje extraño que deambulaba a determinadas horas por el pueblo, de aspecto sombrío y circunspecto, con sombrero calado y oscuro ropaje camino de la sierra.

Pero todo ello no es más que manifestaciones fantasiosas de la gente que me fue viendo según su propia percepción, su fantasía, como un espejismo surgido de sus miedos y supersticiones. Yo existo, pero soy otra cosa, soy el espíritu de la tierra, ubicado en la sierra, que habita en la Cueva Belda. No te sorprendas ni te maravilles, porque te lo voy a explicar.

Empezaré diciéndote que la naturaleza es la madre de la vida, la tierra es lo que la alimenta... y eso tú lo sabes y lo ves en el día a día. El cielo cargado de nubes permite que el agua riegue las cosechas, que la tierra, conjugando el agua y el sol, haga crecer la vida de las plantas para alimentar a una infinidad de seres que, luego, serán nutrientes de otros, dentro de la escala alimentaria, hasta llegar al ser humano, que es omnívoro. Por tanto, la tierra es la madre de la vida y, como buena madre, vela por sus hijos.

Yo soy el espíritu de la tierra, de vuestra madre, que vigila y os protege de los males, que vive para alimentaros en una perfecta armonía ecológica. Soy viejo, por no decir antiguo, como es lógico. Fui testigo de miles de aventuras de vuestros ancestros, porque Cuevas de San Marcos es un pueblo surgido de la sierra, de la Cueva Belda. Ahí habitaron los primeros seres humanos, el hombre primitivo, que buscó refugio en la propia cueva para crecer y desarrollarse, como el niño se nutre y alimenta en el útero materno. La cueva es ese útero que dio a luz a los ancestros de Cuevas, donde vivieron protegidos de alimañas y depredadores, mientras vigilaban el paso de las manadas de animales expuestos para la caza.

Allá se tallaban las flechas y hachas de sílex como armas defensivas y de caza, vivía la tribu con todos sus componentes, se guardaban y aderezaban los alimentos y se hacían los ritos para invocar a los espíritus protectores y alejar a los maléficos. Yo, siempre, estuve presente para protegerlos.

Yo existo, pero soy otra cosa, soy el espíritu de la tierra, ubicado en la sierra, que habita en la Cueva Belda. No te sorprendas ni te maravilles, porque te lo voy a explicar.

Luego fueron viniendo otras tribus y pueblos diversos que lucharon entre ellos por dominar la zona. Descubrieron el cultivo de la tierra en Los Llanos, rico lugar de abundante agua, y fueron domesticando animales para asegurar su alimento. Pasaron de sus rústicas armas a otras más sofisticadas, hachas, lanzas, arcos y flechas, espadas, etc., de la piedra al bronce y luego al hierro, siendo cada vez más mortíferas.

Os contaré que, desde la sierra, fui observando invasiones y batallas. La civilización más importante que pasó por estos lugares en la Edad Antigua fue la romana. El Imperio romano se extendió por toda la península al derrotar a los cartagineses, y se adueñaron de estas tierras, que eran ricas en minerales como hierro, plata, cobre y oro, que arrastraba en su corriente el río Sigiles (Genil), en forma de pepitas. Fue un tiempo de prosperidad para los hijos de la sierra.

Cuando el Imperio romano cayó tras las invasiones bárbaras, esta tierra fue tomada por los conquistadores germanos, siendo los vándalos los que pasaron por la zona para después acabar en África, dejando este espacio a los visigodos.

Luego, allá por los años 711 a 718, vi asentarse a los árabes. Habían roto la defensa del rey visigodo Don Rodrigo en la batalla del Guadalete y se fueron expandiendo por toda la península sin demasiada resistencia, salvo al norte. Intensa fue la vida en esos tiempos. Fueron años de asentamiento y dominio del lugar por gente venida de otros lares, que traían otra fe y cultura.

Más tarde, en el siglo X, los árabes tuvieron una “guerra civil” o rebelión. Omar ben Hafsum, nacido en Parauta, una aldea pequeñita enclavada en el corazón de la Serranía de Ronda, acaudilló un importante ejército de descontentos con el emir de Córdoba y su gobernanza, llegando, incluso, a poner en peligro al propio emir Abderramán III, que posteriormente proclamaría el Califato de Córdoba.

En estos tiempos se produjeron los hechos más lastimosos, sangrientos y tristes de la historia de la ciudad de Belda, ubicada a lomos de la sierra, donde convivían musulmanes y cristianos. ¡Ay, cuánto sufrí con esta guerra! El ejército del emir cercó la fortaleza de Belda y pidió su rendición; les dio la oportunidad, a sus habitantes, de salir y salvar la vida, amenazando con pasar a cuchillo a los que se resistieran. Salieron los musulmanes y quedaron los seguidores de Omar dispuestos a dar la batalla. Fue un asalto cruento y terrible, un asedio por sed y hambre, que acabó con la entrada del ejército del emir dando muerte a todos los habitantes, mujeres, ancianos o niños.

Posteriormente, y hasta 1212, en que los cristianos ganan la batalla de las Navas de Tolosa, una relativa paz reinó por estos lares. A partir de aquí, los cristianos fueron conquistando el Sur y practicando la guerra de razias e incursiones para diezmar el poder de los reinos musulmanes. Los últimos reyes de la Casa de Borgoña y los primeros Trastámara fueron arrebatando territorio a los musulmanes, conquistando sus ciudades y campos o haciéndolos vasallos y tributarios.

Todo concluye en otro momento de duelo y sangre en que Belda es conquistada e incorporada por Pedro de Narváez a la ciudad de  Antequera. Una vez más vi y viví la guerra, y cómo mis hijos de Belda sufrían de penalidades y muerte. En 1424, reinando Juan II, Belda es atacada y destruida para evitar nuevos asentamientos que la repoblaran, pasando a ser una mera dehesa antequerana. Perdió su identidad y se diluyó en la administración de Antequera, como una pedanía de esa poderosa ciudad, siendo identificada como Cuevas Altas.

En los siglos XVI al XVIII se fue repoblando y creciendo, algo olvidada y anclada a la falda de la sierra. Cuevas Altas crecía y su fe cristiana se afianzaba, construyendo su iglesia de San Marcos y pasando a tomar el nombre de su patrón, convirtiéndose en Cuevas de San Marcos con su independencia de Antequera.

Múltiples leyendas fueron arropando la consolidación cristiana. Una de ellas, tal vez la más conocida y divulgada, fue la del demonio de la cueva, que todos conocéis. Un intrépido fraile se le enfrentó y lo mandó al averno exorcizándolo con una jaculatoria y sellando el acto al atar un jaramago a la entrada de la cueva. Se comentan tantas cosas y fábulas respecto al asunto, que sólo vosotros, como hijos de la villa, conocéis detalles transmitidos de padres a hijos a través de la palabra. Yo, desde mi atalaya, viví tantas cosas, unas veces verdad y otras inventadas, que no podría describirlas en tan poco tiempo. El demonio de la Cueva Belda nunca existió, sólo es una leyenda que fortalece la fe de los cristianos y que embellece la devoción a su patrón, San Marcos, al atar los jaramagos, los romeros, el 25 de abril.

Al fin, en 1806, Cuevas Altas encuentra la liberación de Antequera. Ahora, Cuevas de San Marcos, inicia su singladura desde su propia identidad. Crea su ayuntamiento y son sus regidores los propios hijos del pueblo, sin escapar de los avatares que sufrió nuestra España en el siglo XIX.

Con el siglo XX, vuelvo a sufrir con la suerte de los hijos de la sierra. Se vivieron momentos difíciles y una guerra civil volvió a sembrar de dolor y sangre los campos y casas de mi pueblo. Digo mi pueblo, porque sois hijos de la Cueva Belda, de la sierra del Camorro, que veló por vosotros y sufrió con vuestro sufrir, de lo cual yo fui testigo al encarnar el alma de esa tierra, el maternal espíritu de la cueva que os vio nacer desde tiempo inmemorable.

Ahora, en el siglo XXI, las cosas pueden cambiar y yo os exhorto a procurarlo. Sembrad los valores que dignifican a los seres humanos. Llenaos de humanismo y de concordia para que la paz y el amor reinen en vuestras casas, para que la comprensión y la armonía os permitan ser felices y yo pueda dormitar al fondo de la cueva sin preocupaciones por vuestro futuro y buen gobierno, descansando en paz, como todo buen espíritu merece.

Que San Marcos os siga protegiendo. Que la armonía del cosmos os inunde… Y recordad, sois hijos de la tierra, de la sierra; y la Cueva Belda es el útero materno que os dio a luz, en la prehistoria, para crecer y desarrollaros como seres humanos. Yo, el espíritu de la Madre Tierra, seguiré velando por vosotros.


Interior de la Cueva Belda


Lorca… In memoriam

  Opinión | Tribuna Por: Antonio Porras Cabrera Publicado en el diario La Opinión de Málaga el 16 AGO 2025 7:00 https://www.laopiniond...